En esta sección,
se diseccionará el trabajo de aquellas bandas que
por la oscuridad de sus letras o música han sido elegidas por el
mismo Satanás para su discoteca personal, y eso quiere decir que
muchos, como el de hoy, no serán nuevos. Esta vez, y para empezar
con un título adecuado, realizamos la autopsia a un muerto muy vivo...
Demonic, de Testament. Para empezar, deciros la sorpresa que os
llevareis
quienes ya hayais oido algo de Testament, principalmente en la voz, porque aunque
la música todavía se hace un poco más extrema que en su anterior disco "Low",
lo que os dejará tiesos a los habituales de Testament, es el cambio de
voz y de
manera de cantar de Chuck. Era de suponer que ese pedazo de bestia humana
pudiera poner la voz tan agresiva como le diera la gana, pero la
verdad es que,
hasta que no lo oyes tu mismo, no te supones como es. ¿Que a qué se debe
este cambio?
pues a nada en especial, de hecho, es bastante simple: se lo sugirieron unos colegas.
A quienes no os guste el nuevo timbre de Chuck antes de escucharlo, no os
preocupeis,
que también hay canciones donde canta casi como antes. Respecto a los demás,
decir que sigue en la banda Eric Petersson, que junto con Chuck Billy,
es el único
que queda de la formación original, y que cada vez son más burros tocando,
eso sin hablar del batería que se echaron para este disco, un
tal Gene Hogland...
¿Qué no os suena? bueno, pues para poneros un poco en situación, os diré
que
actualmente está tocando con Strapping Young Lad, y que grabó los dos
discos
más técnicos de Death, el Individual Thought Patterns y el Symbolic. Si tienes
la mala suerte
de no conocer nada de este material, espera a oir Demonic, que ya te pondrá
las pilas.
El bajista también es muy bueno, y se llama Derrick Ramirez. El disco lo grabó
Petersson solo, pero en la gira llevan otro guitarra más, aunque, ¡qué putada!, no sé su nombre.
Las canciones son
todas buenas, aunque hay cosas como la primera, Demonic Refusal,
que se salen. No es que en este disco se hayan complicado mucho la vida a la hora de
componer
ni de tocar; seguro que no están ni al 70%, pero aún así, el disco suena como un
cañon,
osea, es efectivo. Otros temazos son, por ejemplo The Burning Times, para mí el
mejor del disco,
Hatreds Rise, Ten Thousand Thrones, y la cojonudísima John Doe. Todas conservan algo del
estilo
Testament de siempre en las guitarras, y me refiero a esas melodías de guitarra por
encima de riffs
super cañeros, que siguen identificando al grupo. El disco está producido (y muy bien)
por Eric y Chuck. El ingeniero de sonido y co-productor, es Douglas Hall, y quien mezcla
es Michael Wagener, más conocido por haber mezclado algún disco de Metallica.
En definitiva, un disco tanto para los amantes incondicionales de Testament
que no
les cierren las puertas de su casa por andar experimentando como para aquellos
a quienes solo les gusten los sonidos nuevos.